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Viven tuxtepecanos el fervor guadalupano

Concluyen peregrinaciones a la virgen.
Foto(s): Gil Lira
Anel Torres

TUXTEPEC, Oax.- Nuevamente, las calles de la ciudad se llenaron de colorido y fé, con la presencia de los “inditos” e “inditas” que fueron presentados ante la Virgen de Guadalupe, recordando su aparición en el Cerro del Tepeyac, pero sobre todo para dar gracias por este año. 

Familias tuxtepecanas llenos de agradecimiento presentaron ante el altar de la virgen, a sus niños y niñas, quienes peregrinaron desde el parque Miguel Hidalgo hasta la iglesia Catedral donde se celebró la santa misa. Con música y vivas dedicadas a la “Reina de México” rindieron honor.

Este martes 12 de diciembre, se realizó la peregrinación de los inditos, donde además  participó el coro de la iglesia, así como trabajadores del centro de salud urbano y cuerpos de rescate que prestan sus servicios. 

Daniela Miranda, madre de familia y fiel creyente de la fé católica, destacó la importancia que tiene para su familia hacer parte de esta celebración a sus hijos, a quienes heredan estas costumbres y la fé que profesan. 

“Para nosotros es agradecer a la virgen su cuidado y protección; que nos cría con ese amor de ser buenos seres humanos, buenas madres, para nosotros es muy importante llevar a nuestros hijos, para inculcarles el amor, respeto, cariño y agradecimiento”. 

Para cada padre y madre, este momento es una experiencia muy bonita, donde se practica el dar y recibir.

“Es un reflejo del amor y el cariño. Va más allá de una costumbre o tradición, ya que es parte de un sentimiento, un acto espiritual”, expresó la madre de familia, quien al igual que cientos de familias, llevó a su hija ante la virgen.

Para quienes forman parte de esta peregrinación, es una forma de transmitir el respeto hacía Dios y la Virgen de Guadalupe. 

Al llegar al altar, las palabras y pensamientos se volvían uno solo, ya que el mayor gesto era agradecer por el cuidado de la madre de Jesús, así como pedir por la salud y seguridad de cada niño que fue llevado ante ella, la Virgen de Guadalupe. 

Los niños robaban las miradas al ir vestidos de Juan Diegos e Inditas, mientras muchas de las mamis que las acompañaban iban ataviadas con huipiles de la región.