OAXACA, Oax.- El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, anunció que el IMSS Bienestar adquirió en Oaxaca un almacén para medicamentos de 4 mil 509 metros cuadrados para almacenaje y 2 mil 104 metros cuadrados de patio de maniobras, por un total de 136 millones de pesos.
En la conferencia de prensa mañanera puntualizó que Oaxaca, un estado tan complejo, tan grande en su geografía y dispersión poblacional no tenía un almacén de estas características, que están por echar a andar para poder recibir los medicamentos y a partir de ahí que salgan a todas las unidades médicas del estado.
Además, aseguró que con la reorganización de adquisición, almacenaje y distribución de medicamentos que lleva a cabo el IMSS Bienestar en el país, a la fecha se tiene un incremento en el número de claves de medicamentos en unidades de primer y segundo nivel. “Se trata de 472 por ciento más claves en centros de salud y en el segundo nivel un aumento de 263 claves”.
Comentó que había centros de salud que manejaban 50 claves nada más y hoy están arriba de 150 claves. “Lo acabamos de ver en Oaxaca, hospitales hasta con nueve especialidades y con un catálogo de medicamentos para poder recetar muy, muy, limitado; además, también para las recetas que no tienen nada que ver con la entrega en farmacia, sino las recetas colectivas u hospitalarias, es decir las recetas que se necesitan para una operación, el quirófano y otros procedimientos”.
Subrayó que en las secretarías de salud donde se ha implementado el programa IMSS Bienestar les permitió saber que en el país existían 32 modelos de abasto de medicamentos completamente diferentes, cada uno con su lista de claves, es decir de los medicamentos que utilizaban, sin ninguna sistematización y completamente inercial.
“¿A qué me refiero? ¿Cómo calculaban lo que salían a comprar otras instituciones, el IMSS o el propio Insabi? Los estados mandaban una lista que se calculaba con los consumos históricos; es decir, era la inercia, se hacía el cálculo de cuánto se compró el año anterior, se incrementaba el 10 por ciento y eso era lo que salían a comprar”.
Añadió que esta planeación generaba una serie de problemas, porque no contenía todo el número de claves que debe ofrecer un sistema de salud o solicitaban claves que ya nadie produce o claves, tipos de medicamentos, que ya nadie utiliza, lo que originó insuficiencia o sobre inventario, en otros casos. “Con los consumos históricos, aunque se tuviera un inventario todavía con tiempos de caducidad amplios, se volvían a pedir, saturando los almacenes; y las solicitudes se calendarizaban sin tomar en cuenta las necesidades de cada medicamento”.
Dijo que también siempre se hablaba del inventario de los medicamentos, pero eso no servía de nada si no llegaba a la farmacia o las manos de las personas enfermas.
