TUXTEPEC, Oax.-Artesanas de Rancho Grande promueven la recuperación del telar de cintura, Martha Gregorio Pérez, originaria de la comunidad, señaló que enseñan a jóvenes hombres y mujeres el arte del telar para que no se pierda la tradición.
El telar de cintura consiste en elaborar la tela para bordar, en su caso comenzó con la actividad del telar a la edad de 20 años y a los 12 años comenzó a bordar. Para obtener la tela en el telar tardan hasta mes y medio y seis meses para bordar.
En un año puntualizó que apenas si realizan dos huipiles, aparte ocupan la tela comercial, el cuadrille, por lo cual han enseñado a los jóvenes a que aprendan a utilizar el telar, ella enseña a un sobrino y una joven para que no se pierda.
“Es importante que aprendan tanto hombres como mujeres, porque en la comunidad todos saben bordar, pero no todos saben hacer el telar, es un proceso largo y el telar es la base para que puedan hacer la prenda”, dijo.
Martha trabaja con un grupo de 8 mujeres que saben hacer el telar y aparte el grupo de bordado. A los jóvenes que les enseñan tardan dos o tres meses en aprender, lo que se hace difícil es manejar el telar para hacer la tela.
Resaltó que es importante aprender a elaborar el telar para que no se pierda la tradición, ella aprendió con su abuela y el conocimiento se comparte de generación en generación y esperan que las nuevas generaciones brinden el mismo valor.
La artesana considera que la actividad si es redituable porque huipil en fondo blanco se comercializa hasta en 12 mil pesos y fondo negro hasta 14 mil pesos dependiendo de la medida, actualmente tienen varios pedido por la Guelaguetza y trabajan a marchas forzadas porque son medidas especiales y el telar es mas ancho.
Martha a sus 57 años, no descarta enseñar a otras comunidades para que aprendan el arte del telar. La comunidad de Rancho Grande se dedica al café y al bordado, hombres y mujeres participan porque es parte esencial de la economía y sostén de la familia.
