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Obra plástica y mural, ofrenda de Francisco Merino a Oaxaca

Francisco Merino, artista plástico, comparte una exposición individual y un mural en el Observatorio Astronómico Municipal.
Foto(s): Cortesía
Carina Pérez García

Con el mural “Oaxaca ciudad ancestral” y la exposición “Cosmos”, el artista plástico Francisco Merino (Oaxaca, 1985) enuncia un discurso sobre el universo, la espiritualidad, las civilizaciones y su conexión con el mundo. Ofrenda con esta pintura mural un regalo a los oaxaqueños, un homenaje a Rufino Tamayo, a quien considera el artista más grande de México y explora nuevas técnicas en sus piezas, como hoja de oro y hoja de planta, sobre loneta negra.

Recién inaugurada en el Observatorio Astronómico Municipal, “Cosmos” exhibe 12 piezas de su nueva serie. Sobre el proceso creativo de su obra, el artista refirió que para él es como si fuera un dibujo de estrellas: “cuando despegas el exceso de hoja de oro o plata, empieza a volar pedazos este material”. 

Justo esta acción lo motivó a proponer un performance durante la inauguración de la exposición: “llevé una pieza cubierta e invité a los invitados a que tallaran con la brocha para que se cayera el exceso de hoja de planta, para que se develara la imagen final, que en este caso era un vuelo de pájaros”.

Conexión con el cosmos

En el mural, Francisco Merino exploró su conexión con el cosmos a partir de elementos en los que representa el observatorio de Monte Albán y el actual, sobre el Cerro del Fortín. “Quise plasmar la idea de que el hombre y la humanidad, desde tiempos antiguos, siempre han mirado al cielo. Creo que en el cielo aún podemos encontrar grandes respuestas”.

En este trabajo, Francisco Merino plasmó sus referencias a Tamayo, respecto a los eclipses y las constelaciones; sobre ellas plasmó la de Géminis y la de Piscis, por el tema de la dualidad, la primera y la segunda por el mar, donde para él se puede unir el cielo y la tierra. 

Tanto la exposición como el mural fueron una iniciativa particular del pintor, quien motivado por su gusto por el entorno del Cerro del Fortín y el planetario, propone que esta obra permanezca en exhibición en este sitio por tres meses y el mural hasta que las condiciones sociales, de clima y la naturaleza lo conserven.

“En el mural quise mostrar que la idea de que los observatorios han sido colocados en puntos estratégicos desde un buen punto de visión; por ejemplo, Monte Albán y Atzompa han sido puntos de observación, tanto de las estrellas como del panorama, así como de estrategia. Partí de ese origen, de observar el cielo para poder crear una imagen con tendencia a la abstracción que hablara sobre la identificación del ser humano con el individuo, el todo, que es el universo”.

“Oaxaca, ciudad ancestral”

El mural titulado “Oaxaca ciudad ancestral” presenta a un ser que está conectando con el universo, a través de la observación. La idea del artista fue pintar que este ser es pura energía y a lo largo de su cuerpo tiene representados a los planetas, que también, dijo, son una alusión a los chakras.

En el mural destaca una frase del astrónomo, cosmólogo, astrobiólogo, astrofísico y escritor, Carl Sagan: “El cosmos está en nosotros. Somos polvo de estrellas”. Sobre el tema del universo y el cosmos, Francisco Merino compartió en entrevista que este ha sido un tema de trabajo para él desde hace varios años. 

“Tengo una serie de pinturas que se llama "Espiritualidad y cosmos", la cual aborda el macro y el microcosmos, porque todos somos energía, formamos parte de un todo y nos conectamos entre sí. Para mí, el tema de la espiritualidad lo he encontrado con la pintura… La única forma en que puedo meditar, sentirme parte de algo más grande que yo, es a través de ella. Cuando pinto me permito conectarme con el universo, con algo superior”.