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Homenaje a Eddie Vanvollenhoven Parra

Tuxtepec ante la Historia
Foto(s): Cortesía
Antonio Ávila Galán

El 22 de agosto de 1873, se creó el primer cuerpo de bomberos en el puerto de Veracruz. En el año de 1922 se escribió el reglamento del cuerpo de bomberos del Distrito Federal, hoy ciudad de México. En 1951 se le otorga el carácter ‘Heroico Cuerpo de Bomberos’ por decreto presidencial. 

Los bomberos de Tuxtepec. El fundador del cuerpo de bomberos de la ciudad de Tuxtepec fue Eddie Vanvollenhoven, quien nace el 20 de abril de 1934 en esta ciudad; sus padres Luis Vanvollenhoven Cruz y Aurora Parra Solís, quienes tuvieron 5 hijos. Nuestro personaje Eddie, realiza sus estudios básicos en la escuela Francisco I. Madero. Desde muy joven trabajó en diferentes labores para ganarse la vida y ayudar a sus padres en el sostén de la casa. Siendo presidente municipal de Tuxtepec el profesor Conrado Sánchez Mendoza (1963-1965), se desempeñó como chofer del ayuntamiento. También laboró como chofer del señor Luis Lavalle Ávila, y continuó desempeñando este oficio en el ingenio Adolfo López Mateo, en el inicio de la década de los setenta hasta el año de 1994.

Cabe mencionar que en Tuxtepec, desde antes de mediados del siglo pasado hasta después de la década de los 70’s, gran parte de las construcciones que había en el pueblo eran de madera, casas rústicas con techo de palma. Las labores de la cocina en el hogar para cocer los alimentos se hacían en fogón con carbón y leña; y dado el intenso calor que hace en esta región de la cuenca, los incendios eran en gran parte bastante intensos. Cualquier chispa que se elevara al techo de la casa, alcanzaba la palma y se consumía rápido toda la habitación.

Lo pobladores de ese entonces, recuerdan con nostalgia que cuando eran jóvenes había tanta unidad en el pueblo, tanta hermanad y solidaridad que en estos casos de siniestro se ayudaba un barrio con otro: barrio de arriba en la piragua, barrio del centro (que era el lugar comercial), y el barrio abajo desde el Parque Juárez hacia el panteón, y la colonia de los cargadores hacia la parte norte de la ciudad.

De pronto en el pueblo se escuchaba el repique de las campanas a cualquier hora del día; los tuxtepecanos salían de sus casas a media calle para ver a lo lejos la señal de una quemazón, porque el repique de las campanas de la iglesia, indicaba que había un siniestro, e inmediatamente que les avisaban o veían de donde salía el fuego; gente adulta, jóvenes y niños, corrían con cubetas y otros recipientes, para ir ayudar a sofocar el fuego. El Tuxtepec de entonces a pesar de todo era un pueblo arrullador, de tardes calurosas pero muy familiares; con un rio con agua limpia y paseando en su rivera lanchas con pescadores tuxtepecanos y niños jóvenes bañándose en sus orillas.

Carambas, la gente de mayor edad hoy lo recuerda: cómo no añorar aquel pueblo de entonces, con sus casas de palmas, sus calles arenosas, sus carretas plataneras, su río limpio y cristalino y los gritos de saludo de una ferviente amistad entre sus pobladores. Dado que lo tiempos cambian y traen nuevas necesidades a un pueblo, es así que en el año de 1980, derivado de un lamentable accidente en el centro de la ciudad (así lo nombran los familiares de don Eddie Vanvollenhoven), que destrozó varios hogares y dejó demasiada tristeza, ante tan lamentable acontecimiento Eddie Vanvollenhoven tomó la iniciativa de fundar el primer cuerpo de bomberos de esta ciudad. Apoyándose desde luego de gente tuxtepecana, debido a que recibió el apoyo de grandes amistades que trabajaron con él en equipo: Elmo sacre, Emiliano Gómez, Raciel Parra, Alejandro Posada y Luis Vanvollenhoven; quienes visitaron casa por casa a los pobladores, pidiendo apoyo y la ciudadanía tuxtepecana de inmediato procedió a dar la ayuda económica y moral para esta nueva cruzada en bien de Tuxtepec. El presidente municipal de ese entonces, Antonio Sacre Ebrahim, dio un gran empuje a la iniciativa pudiéndose adquirir como bombero, el primer carro bomba para sofocar los incendios del pueblo de Tuxtepec.

La primera estación del cuerpo de bomberos, estuvo ubicada en el patio del domicilio de Eddie Vanvollenhoven Parra, en la avenida Libertad entre Matamoros y calle Ocampo de esta ciudad. 

La respuesta de los voluntarios tuxtepecanos no se hizo esperar y en poco tiempo el cuerpo de bomberos contaba con buen número de guardianes para evitar cualquier incendio. Estos personajes redoblaron esfuerzos hasta lograr una instalación formal de bomberos en la ciudad; tocando puertas. Casa por casa, por avenidas, calles y callejones, donde en forma sonriente las personas del hogar los recibían y les daban su apoyo.

En esa forma la señora Margarita Sánchez (tuxtepecana de corazón), hizo la donación de un terreno donde actualmente se encuentra la estación de bomberos, en lo que ahora es conocida como la calle Francisco I.Madero del fraccionamiento Costa Verde. Estación en la que hoy en día, nuevos elementos jóvenes han seguido el trabajo inicial del personaje mencionado.

En dicha instalación Eddie Vanvollenhoven trabajó incansablemente, para tener personal de auxilio, no solo voluntarios sino capacitados a la altura de los bomberos de cualquier ciudad progresista, por lo que constantemente él asistía a cursos a la ciudad capital del país o al puerto de Veracruz, para regresar y multiplicar a sus compañeros las técnicas aprendidas. Dados los conocimientos adquiridos y la iniciativa en su trabajo, logró convertirse en el Comandante de Bomberos de Tuxtepec y miembro de la Asociación de Bomberos de la República mexicana.

Eddie Vanvollenhoven Parra falleció el 21 de julio de 1998, rodeado de familiares y amigos. Un hombre de gran corazón desempeñando siempre una labor altruista; recordado hoy por sus pisanos tuxtepecanos. Es nombrado hijo predilecto de la ciudad a petición de la organización ‘Tuxtepec Unidos’ que preside Héctor Flores Ramos.

Fue nombrado hijo predilecto de Tuxtepec, el 27 de noviembre del 2019. Es un honor recordar a este tuxtepecano en el día en el que se celebra el memorable, Día Nacional de los Bomberos. Gracias al altruismo de la ciudadanía en general, Eddie Vanvollenhoven Parra logró el sueño de su existencia en bien de su pueblo natal.