TUXTEPEC, OAX.- Diariamente, diversos productos de la gastronomía chinanteca de San Lucas Ojitlán, recorren poco más 28 kilómetros para llegar a las principales calles y avenidas de la ciudad, donde son adquiridos para posteriormente ser servidos en la mesa de los tuxtepecanos.
Hierbas de “guisar o de olor” amarradas con un lazo de hoja de maíz, la hierba mora, guías y flor de calabaza, tepejilote, yuca, camote, chile seco, chilnene, cocolmécatl, castañas, cilantro, entre otras plantas, son cultivadas, cosechadas y transportadas desde localidades de Ojitlán hasta la ciudad.
Mujeres el sector que mueve la economía
La mayoría de “marchantas” son mujeres, que comienzan su rutina diariamente desde poco antes de las cinco de la mañana para trasladarse a la cabecera municipal de San Lucas Ojitlán, para de ahí tomar una de las camionetas “pasajeras” para trasladarse a Tuxtepec.
De acuerdo con la señora Faustina Montero, quien lleva vendiendo diversos productos de Ojitlán desde hace casi 35 años en Tuxtepec, son más de 50 mujeres que a diario viajan ya sea para ofrecer sus productos en puestos ambulantes o bien deambulando por calles y colonias de Tuxtepec.
A pesar de la movilidad económica que mujeres y hombres (muy pocos) generan tanto para el municipio de Ojitlán como para Tuxtepec, no hay un censo de este sector como tal.
De acuerdo con fuentes del ayuntamiento de Ojitlán sólo se cuentan con datos de vendedoras en la cabecera municipal de éste municipio, mientras que la dirección de desarrollo económico tampoco cuenta con un dato respecto al número de vendedoras de éste municipio en Tuxtepec, pese a que pagan el derecho piso.
Más de 30 años vendiendo en la ciudad
Faustina Montero, es una de las mujeres que llegaron de Ojitlán a conquistar el corazón de los Tuxtepecanos.
Entrevistada mientras despacha “popo” (bebida tradicional de los chinantecos), la señora Faustina recuerda sus primeros años como vendedora ambulante en calles de la ciudad, con el paso de los años y después ir y venir diariamente, logró establecerse en un punto fijo.
Reconocida por la clientela que formó vendiendo en la calle, ahora desde un pequeño local que renta desde hace algunos años, expone los productos que vende, uno de los más buscados desde luego es el tradicional popo.
Faustina, asegura que hay ciertos productos que son los que tienen mayor demanda, como el caso de las “hierbas de guisar”, sin embargo, recientemente se ha registrado un aumento de precio en las hortalizas lo que afecta las ganancias de los vendedores.
Ella al igual que muchas y muchos de los vendedores, compran los productos en Ojitlán y los transportan a Tuxtepec para comercializar; la escalada de precios, también -refiere- los ha alcanzado, debido a la fuerte sequía de este año que afectó la producción de hortalizas.
Familias logran a salir adelante
Madre de tres hijos, su trabajo, le permitió sostener a su familia, darles escuela y continuar laborando, en un trabajo, en el que deben invertir alrededor de 11 horas diarias y entre mil 500 y 2 mil pesos diarios para abastecerse de hortalizas y otros productos como la manteca de cerdo, que también tiene alta demanda en Tuxtepec.
La venta de hortalizas en la zona centro como en la avenida Carranza y la calle Matamoros, así como en calles aledañas a estas pero en menor número, representa sin duda una fuerte actividad comercial que no sólo involucra a las “marchantas” ojitecas, sino que también representan ingresos para los transportistas y mujeres agricultoras del municipio chinanteco, y desde luego para las “arcas” del municipio de Tuxtepec.
