TUXTEPEC, Oax.- El cuarto viernes de cuaresma llegó y con él una de las tradiciones más significativas para los oaxaqueños, el día de la Samaritana, un momento de reflexión previo a la semana mayor, la Semana Santa, donde dependencias, familias y comercios se suman en el acto de ofrecer y regalar agua.
Como cada año, el centro de atención al contribuyente, con trabajadores al servicio del estado, ofreció agua a quienes pasaron por el lugar, con música de la banda filarmónica de la Casa de la Cultura y la bendición del padre de la iglesia catedral.
A la par en otros lugares, como la Casa de las Artesanías y algunos comercios también se observó este acto. En esta ocasión áreas del gobierno municipal se abstuvieron de la celebración, por lo que sus pasillos se notaron vacíos.
El padre, llamó a los presentes a seguir conservando la tradición y fomentando la acción de regalar agua durante el cuarto viernes de cuaresma, a valorar y reflexionar sobre el significado de este día.
El llamado de la iglesia es a orar porque Dios siempre sea quien sacie la sed en nuestra vida. En su intervención el padre recordó el pasaje de la biblia:
“Jesús cansado por la caminata se sentó al borde del pozo, era cerca del mediodía, fue entonces que una mujer samaritana se acercó al pozo y Jesús le dijo, dame de beber, la mujer le dijo que cómo tú siendo judio me pides de beber a mí que soy una mujer Samaritana. Jesús le dijo, si conocieras el don de Dios y supieras bien quien te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría”.
La distribución del agua se realizó una vez que el padre bendijo las grandes ollas de agua de diferentes sabores, la tradicional de chilacayota, jamaica, horchata de frutas y sandía, que refrescaron a quienes se acercaron bajo el sol del mediodía.
Algunos de los asistentes llegaron preparados con sus vasos y termos, para reducir el uso de vasos desechables y aminorar el impacto al medio ambiente.
El día de la Samaritana es una gran fiesta que se celebra en Oaxaca capital y que se ha extendido a las diferentes regiones del estado, a pesar de ser una tradición de la iglesia católica, hay estados que la viven con más fervor que otros.
