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Tuxtepec a través del tiempo

En tiempo
Foto(s): Cortesía
Antonio Ávila Galán

Los distintos pueblos de una comunidad tienen
una historia, una lengua, una extensión territorial
y una conciencia de identidad colectiva.
A.G

En Tuxtepec ha habido muchos cambios en el sentido social a través del tiempo; esto es, que en 1944 fue un parte-agua debido a que antes de esa fecha, Tuxtepec era un pueblo muy vistoso y lleno de paisajes tropicales, y por sus largas calles como Libertad, 5 de mayo, Independencia y Jesús Carranza, se veían circular carretas jaladas por dos bueyes con su carga de plátano cada una. 

Tuxtepec era conocido como el lugar del “oro verde”, por la riqueza que le daba el sembradío de plátano, siendo la oficina principal ubicada en el espacio inolvidable de la Casa Verde en Libertad y Guerrero, ahí se ubicaba la Fruit Company, oficina platanera; dónde se transforma el día de hoy para bien de los tuxtepecanos, en el museo de la Casa Verde.

Tuxtepec en esa época gozaba de un rio cristalino y limpio, lleno de pescadores, que era otra forma de que el hombre tuxtepecano se ganara la vida.

Miles de mariposas de colores, circundaban las casas del pueblo. Por las mañanas y por las tardes, las calles de Tuxtepec se inundaban del colorido de las mariposas, en su mayoría casas con techo de palma, casas con techos de Texas, todas  con un corredor alto donde la familia tuxtepecana o vecinos, se  reunían a celebrar la tertulia diaria, ya sea por las tardes y la noche; era una forma de refugiarse del intenso calor que arropaba al pueblo. En lugar de los ventiladores o aire acondicionado que hoy es común ver en cualquier hogar, la familia usaba los abanicos de palma o un pedazo de cartón con que cada miembro del hogar se soplaba. El medio común, de comunicación que se conectaba al pueblo con otras ciudades, era la radio, objeto imprescindible sobre todo, cuando había un evento importante, como es el beisbol en la serie mundial, o el box de campeonato mundial con los ídolos del momento de nuestro país: el ratón Macías, José Becerra,  El Alacrán Torres, Vicente Zaldívar etc. La gente se amontonaba en la vecindad donde había un aparato de radio, con el fin de regocijarse escuchando los gritos y aplausos del evento deportivo, todos arremolinados al pie del pequeño radio majestic.

El medio para llegar a Tuxtepec era por tren que llegaba a su última estación en la Esperanza del otro lado del río, frente al Paso Real. Se utilizaba la lancha –que hoy todavía da servicio– como transporte para pasar al otro lado, y bajarse en el Paso Real donde se encontraba un amplio malecón, con una agradable vista al río Papaloapan. Otro medio para pasar de un lado al otro del río era la panga, utilizados por los pocos vehículos que llegaban a Tuxtepec en ese entonces, y transportaba la carga pesada que traía el tren para los diferentes comercios.

Donde hoy se ubica el puente caracol, ahí era el otro punto para entrar al pueblo, donde había también una lancha y una panga. En ese lugar Tuxtepec se conecta con el estado de Veracruz, debido a que pueblos hermanos de esa entidad siempre han hecho su comercio con nuestra ciudad; como son las Peñitas, Santa Cruz, Tres Valles, Nopaltepec, y todas las poblaciones situadas al margen del rio Papaloapan.

Tuxtepec fue siempre un pueblo libre de prejuicios; es así que esto se podía constatar cuando en aquellos años los hermanos del estado de Veracruz de la Cuenca del Papaloapan, nos visitaban diario por asuntos familiares, comerciales, o de sana amistad; no se conocía el prejuicio o la diferencia: “de que tú eres de Veracruz, tu perteneces a Oaxaca”; en fin comentarios en esa forma no estaba acostumbrada la gente a decirlo, ya que en la realidad no hay diferencia, porque una misma cultura nos hermana, una misma convivencia nos identifica; así se tiene que la forma de vestir diario en las mujeres de Tuxtepec; era también en los pueblos de la cuenca baja del Papaloapan. Dicha vestimenta la usaban las señoras casadas, y las jóvenes en cualquier evento (bailes, fiestas familiares, etc.), un vestir del diario, de todo el tiempo que constaba de una blusa blanca bordada sin figuras, sin colores y una falda amplia floreada. En las señoras el color de su falda por lo regular era café o semi oscura. Nunca se usó el huipil en Tuxtepec, solo en la fiesta decembrina que el hermano chinanteco y mazateco, bajaban de sus pueblos a celebrar la fiesta de navidad el día 24 de diciembre de cada año; bailando al ritmo de la marimba orquesta de Juan Silva, Ernesto Castillo o Polo Virgen, alrededor del kiosco del parque Juárez. También subiéndose a los juegos mecánicos de las atracciones Nava, y visitando la iglesia parroquial, para hablar en silencio con su virgencita de Guadalupe, que los cuidaba y bendecía todo un año de trabajo en el campo, en su comunidad. 

La historia nos dicta esa verdad, que de generación en generación se debe guardar para comunicárselo y aprendan de ello, las nuevas generaciones.

Tuxtepec después de 1944 quedó semidestruido, calificándose como la inundación más catastrófica de muchas que han existido; desde luego que hubo un cambio en las relaciones con Oaxaca la capital, debido a que hasta entonces existía una diferencia de nuestro gobierno estatal con la región del Papaloapan. Después el gobierno estatal sentía un alejamiento de la región de Tuxtepec principalmente,  con los pueblos del valle de Oaxaca. Incluso cuando la inundación no se recibió ayuda de la ciudad capital, por la distancia y lo difícil de la comunicación por carretera en ese entonces. Es así que las primeras ayuda con que se contó, fueron con las de tierra blanca y tres valles, pueblos del estado de Veracruz. Además un apoyo decidido del gobierno de puebla, gracias a la relación que tenía el tuxtepecano Francisco Rodríguez pacheco con el gobernador de ese estado. Fue así que de esa ciudad capital de Puebla y el gobierno federal a cargo del general Manuel Ávila Camacho, Tuxtepec recibió mucha ayuda altruista. Si miramos las fotos de las diferentes familias tuxtepecanas días después de la inundación, en ellas se atestigua las personas amontonadas con sus trebejos en las calles principales, y en los lugares a un lado del palacio municipal, esperando o recibiendo ayuda. 

Tuxtepec fue llamada en aquel entonces “La Esmeralda del Papaloapan” por contar con un rio de agua cristalina, donde la gente en general se bañaba diario, las señoras lavaban la ropa al pie del rio de las mariposas. El hombre hacia labor de pesca diariamente, en día de fiesta o fines de semana se realizaban concurso de natación; se paseaba la familia en lancha y se adornaban éstas, para recorrer por la rivera de Tuxtepec en un bonito paseo, a la quinceañera o a los recién casados; las embarcaciones eran adornadas con gracia y creatividad con ramas de los árboles más conocidos y hojas de plátano. Eso sí, sin faltar la música de guitarra o el bello canto de la décima y jarana.