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Teatro Hidalgo

Foto(s): Cortesía
Antonio Ávila Galán

Desde lo alto de la casa Lavalle situada en la avenida 5 de mayo, esquina con la calle allende, se observa el edificio del teatro Hidalgo, cuya entrada principal se encuentra frente al parque Juárez. 

El teatro hidalgo es orgullo del tuxtepecano, porque representa la parte cultural y de convivencia social de los habitantes de este pueblo situado a orillas del rio Papaloapan. Qué bonita imagen nos regalaba dicho recinto desde su entrada. Por dentro adornado con sus asientos de una gran sala y en la parte de arriba de lado y lado, luciendo palcos donde el público asistente podía apreciar mejor la obra de teatro exhibida o bien la película con actores mexicanos. Es decir la ciudadanía asistente, se sentía cómodo gozando el espectáculo, en un teatro de primera calidad. 

Regocijante comentario de habitantes tuxtepecanos de mediado del siglo pasado, afirman que Tuxtepec tenía el ejemplo de un sobresaliente teatro como en la capital del país, con todas sus comodidades, con su entrada principal por la calle guerrero y la salida por el lado lateral, sobre la avenida cinco de mayo. Por dentro el recinto lucía un elegante telón que se abría al inicio del espectáculo, y al final se cerraba, dada por terminada la función. Tuxtepec desde siempre ha sido una comunidad primero, después un pueblo, hoy una gran ciudad sobresaliente en la parte cultural y social. 

El teatro Hidalgo es histórico, porque lucia todas sus comodidades y se exhibían obras teatrales con artistas reconocidos de la capital del país, así como la ciudad de Puebla, y de Xalapa Ver. Se presentaban películas de los artistas del momento: Libertad Lamarque, Verónica Loyo, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, María Félix, Elsa Aguirre, Dolores del Rio, Jorge Negrete, Tito Junco y muchos artistas más. Después de esta etapa de oro del teatro hidalgo, se exhibían aparte de películas, funciones de box con peleadores de la capital del país, de la ciudad de Orizaba, del Istmo de Tehuantepec, Y del puerto de Veracruz con sobresaliente peleadores tuxtepecanos, como el negro churrero, la pantera García, el pajarito, el tigre, etc y otros más. Es así que con el tiempo se fue dejando en el olvido este inolvidable edificio del teatro hidalgo; y hoy se le ve como un cajón vacío, esperando que vuelvan a revivir su espacio cultural y educativo, y ser utilizado para lo que en el siglo pasado fue construido.

El teatro Hidalgo hubo un tiempo en que fue administrado por el señor Bartolo medina, en ese recinto de muy buena presentación como ya mencionamos; hubo grandes funciones de box, se llevaban a cabo tertulias de gente reconocida de Tuxtepec, y presentación de artistas de la capital del país y del puerto de Veracruz. En el se llevaban a cabo algunas ceremonias de graduación de las escuelas, y a lo último, por la década de los ochenta; un partido político muy reconocido, lo utilizó como sus oficinas generales. 

En el trienio siendo presidente municipal  Alfredo Ahuja Pérez, tuvo a bien prestar el recinto de este teatro, a la Asociación Cultural de Tuxtepec, que estaba organizada con artistas de artes plásticas, de escritores y poetas, de artesanos y muchos jóvenes estudiantes de diferentes Instituciones Educativas, con la inquietud de aprender y adquirir una disciplina artística que los llevara a una mejor comprensión de su entorno. Durante varios trienios en dicho espacio cultural, los fines de semana se llevaron a cabo diferentes talleres artísticos, así como exposiciones ante el público tuxtepecano; como fueron cuadros de pintores tuxtepecanos, lecturas de poesía, artesanía de la región de la Chinantla y zona Mazateca y el bordado de huipiles por mujeres artistas de Ojitlán, Jalapa de Díaz e Ixcatlán, ante la vista de ciudadanos tuxtepecanos.

Esta crónica es una pequeña parte de lo fue la historia del  Teatro Hidalgo de Tuxtepec; mismo que ha resistido los embates de la madre naturaleza sobre todo el de 1944,en donde se refugiaron una gran comunidad de familias tuxtepecanas; y también se ha preservado ante la tentación de quererlo transformar en un edificio moderno; descuidando que la historia nos enseña a conservar la cultura tan artística que nos ha regalado el pasado: Nuestro pasado que señala la riqueza cultural que hemos tenido, en diferentes edificios de la ciudad que lamentablemente han desaparecidos.