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Mi madre me contaba la historia de Moctezuma

Foto(s): Cortesía
Antonio Ávila Galán

Cuando era niña escuchaba muchos cuentos y leyendas de este lugar tan interesante, hoy llamado el castillo. Escuchaba a mi mamá hablar sobre Moctezuma, comentaba que era el rey de los mexicas, muy limpio y un emperador azteca que llegaba de la gran Tenochtitlan a Tochtepec. Mi mamá llamada Sara Audelo Martínez, guardaba un libro muy antiguo que decía muchas cosas de ese personaje en este lugar. Nacida en Boca del Rio Veracruz; ella era hija de una española llamada Mónica Martínez mi abuela y Anselmo Audelo hijo de un cubano, asentado en Boca del Rio.

-Esta plática tan amena al respecto de la comunidad llamada el Castillo, es con Mónica Rangel Audelo, quien nació en Tuxtepec en la colonia el castillo el 10 de junio 1962: y ha sido encargada de preservar esta reserva histórica y trabajar en beneficio de un buen recuerdo. Comenta, que al morir de parto su abuela Mónica, su abuelo Anselmo viaja a Tuxtepec por algún motivo y llega hasta Paso Nuevo la Hamaca; y dejo aquí en el Castillo a mi madre al cuidado de la señora Fortunata Juárez. Mi abuela al morir dejo cinco hijos, que en vida repartió aquí en Tuxtepec en diferentes casas. La señora Fortunata tenía la gracia, era una mujer muy alegre y amante de la cultura que se vivía en Tuxtepec; en su casa hacían bailes y fiestas del fandango, esta señora sobresalió en la comunidad por traer esa fiesta presentándola en el castillo.

Mónica comenta que su mamá Sara Audelo Martínez creció con esa familia fandanguera y conoció a su padre Eugenio Rangel Virgen hijo de Idelfonso Rangel y Francisca Virgen, siendo el señor Idelfonso descendiente de españoles y Francisca Virgen originaria de la isla San Miguel Soyaltepec que es Temascal comunidad mazateca. Mis padres Eugenio y Sara se conocieron en el Catillo y procrearon cinco hijos: Eugenio, Primitivo, Mónica, Rubén y Leticia; Rangel Audelo. Mi mama era una mujer muy culta, ama de casa con el porte de una mujer blanca, delgada, y mi padre era moreno y en nosotros prevaleció la raza mazateca.  Mi papá era ganadero y agricultor, hombre del campo cien porciento. 

De pequeña escuchaba a mi madre que me contaba la historia de Moctezuma, que era un rey poderoso que durante muchos años antes, gobernó estas tierras de Tochtepec, dominando todo el sureste hasta Guatemala, y una buena parte de Veracruz. Mi madre aseguraba que Moctezuma Il Huilcamina. Venía a visitar la región cada determinado tiempo, porque venía a recibir los tributo como es las pepitas de oro, el cacao, pluma de aves preciosas y plantas medicinales de chinantecos, cuicatecos y mazatecos. Tuxtepec paraíso para este personaje y un gran paseo por las aguas del rio Papaloapan,  llamado papalotl ( Rio de las mariposas).

Moctezuma a donde fuera siempre traía en fila a todo su séquito, era muy limpio, se cuenta que hasta cuadro veces al día se bañaba en el arroyo que después llevó su nombre, arrollo que bajaba de este cerro o monte llamado hoy el castillo. Tan limpio que era Moctezuma, que no tomaba en la misma vasija muchas veces, pues pedía que se la cambiaran. 

Tochtepec centro ceremonial en el catillo y lugar donde se le brindaba tributo al rey Moctezuma. Adoración en el centro ceremonial el Castillo al Dios yacatecutli. La importancia de esta deidad era tal, que se le dedicaban distintos rituales y sacrificios humanos. Antes de ponerse en marcha los mercaderes de la zona del castillo, hacían figuras a base del papel amate y cubrían el báculo para viajar a distintos lugares durante toda la noche protegidos por yacatecutli, señor de los poderes.  

La historia del rey Moctezuma es rica en paseo por los paisajes de la región de Tuxtepec y de la cuenca del Papaloapan. Tuxtepec viene del nahutl Tochtepec que quiere decir cerro del conejo.

La historia de un pueblo nos enseña, nos muestra, nos hace un espacio en la imaginación para encontrar la diversidad de olores y colores del entorno que rodea a estas tierras. El señor de estos lugares era Moctezuma, pero era el señor de estos lugares de vez en cuando; porque solo venía a recoger sus tributos a el Castillo; centro ceremonial del gran rey y señor.