TUXTEPEC, Oax.- El baño temazcal, es una práctica milenaria que busca el contacto entre el ser humano y la tierra, un encuentro con nuestra espiritualidad que lleva a la purificación de la mente y el alma, ritual que a pesar de existencia ligada a nuestros ancestros, es poco experimentado.
A tan solo unos minutos del casco urbano de Tuxtepec, se ubica el Instituto Peregrino de Terapia Sistémica (IPETES) A.C, un lugar donde se dan baños temazcales y se trabaja con el alma.
Nina Pulido, encargada de la asociación, junto a sus compañeras temazcaleras Narcy Parra y Kareli Silva encabezan actualmente este proyecto, el cual inició como una práctica personal, después pasó a ser algo familiar y poco a poco se abrió al público, debido a que se comenzaron a enterar a través de invitaciones.
Instituto Peregrino de Terapia Sistémica, recibe este nombre de una de sus impulsoras, a quien describe Nina como una peregrina, viajaba a diferentes puntos y que fue parte importante para materializar este proyecto.
“El vientre de la madre tierra”
El temazcal es poco practicado en esta región, debido a que actualmente lo relacionan más con el tema turístico, sin embargo se trata de un ritual sanador, tanto espiritual, mental como físico.
El temazcal es una bóveda, es un lugar oscuro donde se meten piedras volcánicas calientes, al rojo vivo, y se colocan en el ombligo del temazcal.
Se les vierte dentro del domo con agua de hierbas medicinales, al hacer esa combustión hace el vapor y suelta un gas que se llama ozono y sana el cuerpo, más el calor y la humedad hace que el cuerpo expulse toda la toxina que hay dentro, lo que hayas pensado, comido, sentido que esté afectando tu cuerpo y tu alma.
El temazcal es una terapia gestal, ya que representa el vientre de la madre tierra, al estar a oscuras, que obliga a trabajar la mente, estar en el aquí y en el ahora,
“es sanador y liberador, porque se trabaja todo, los miedos, la fortaleza del espíritu a través de los cuatro elementos”, comenta Narci.
Las temazcaleras explican que el baño temazcal es el puro vapor, nunca tocas el agua, solo te quedas sentado alrededor, escuchando los cantos, la persona que lleva el temazcal apoyan a llevar el baño, el cual dura de una hora a hora y media.
“Las personas que entran por primera vez llegan a sentir miedo, ganas de llorar. Es un proceso que trabaja el cuerpo, la mente, el espíritu”.
Las temazcaleras se preparan continuamente, buscan mantenerse en equilibrio, no es una actividad que se realice diario debido a que se da una deshidratación, al estar espíritu, cuerpo y alma juntos pueden apoyar a otros.
Una experiencia sanadora
El primer paso es sumar a las personas, el sahumerio simboliza a la tierra y el viento, se pone carbón que simboliza al fuego, el copal y tabaco cultivado libre de sustancias dañinas, este proceso se da en los cuatro puntos cardinales para eliminar la energía tóxica.
El vapor limpia las vías respiratorias, se limpian pulmones, la sangre se calienta, las venas se limpian, se expulsan problemas de ácido úrico, triglicéridos.
Narci recuerda cómo llegó por primera vez; hace ocho años le detectaron cáncer de mamá, llegó para sanar de todo el tratamiento, sanar espiritualmente, encontró su cura física, así como la medicina ayuda a sanar, también afecta otras partes del cuerpo , desde entonces acude constantemente
