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Revelan al​​ Fray Servando soberbio y enamoradizo 

Libro
Foto(s): Cortesía
Redacción

CIUDAD DE MÉXICO.- Al escribir la biografía de Fray Servando Teresa de Mier, el escritor Christopher Domínguez Michael se propuso reescribir “El conde de Montecristo”.

En la presentación de la nueva edición de “La vida de Fray Servando” en El Colegio Nacional, el autor admitió que el fraile dominico tenía un "pedigrí" que lo convertía para él en algo entrañable, al verlo como a Edmond Dantès, el personaje de la novela de Alejandro Dumas, que le resultaba mucho más interesante que Hidalgo o Morelos.

"Yo quería reescribir El conde de Montecristo que, como bien dijo Gabriel García Márquez, es la novela más perfecta que se ha escrito en la historia y Fray Servando me dio la oportunidad de intentarlo", aseguró Domínguez Michael.

Ganadora del Premio Xavier Villaurrutia en 2004, la biografía se presenta en una edición "muy corregida y ligeramente aumentada", según el autor, ahora publicada con Grano de Sal, la UANL y El Colegio Nacional con el auspicio de Arte & Cultura de Grupo Salinas. Entre las novedades que incorpora esta edición es la empatía entre Guadalupe Victoria y Fray Servando. "Yo creo que se debía a la empatía entre dos perseguidos que se lo habían pasado muy mal, Fray Servando en la selva de los monasterios dominicos de la vieja España y Guadalupe Victoria en las selvas veracruzanas viviendo como un verdadero salvaje", comparó.

Una idea que no alcanzó a desarrollar en la primera edición pero sí "injerta" en esta segunda edición con un fragmento de Vicente Rocafuerte sobre la estancia salvaje de Guadalupe Victoria en Veracruz. Apuntó que ninguna de las biografías sobre Fray Servando ha reparado en la Gobernanta, una mujer que casi siempre acompañaba en sus viajes al fraile y era una mezcla de "novia, amante, cocinera, sirvienta", en una época en que el celibato era poco observado.

Incorpora también una carta de Fray Servando a una "novia" en Londres, omisión que le hizo notar la historiadora Guadalupe Jiménez Codinach, poco después de aparecida la primera edición. Un texto que Domínguez Michael había fotocopiado y traspapelado. "Una carta no amorosa, pero muy gentil, cariñosa que injerté esta edición. Ahí empieza una especie de melodrama porque la carta insinúa que eran dos hermanas y que Fray Servando primero enamoró a una y luego a la segunda, quiénes eran no lo sé", apuntó.

Una tarea que deja pendiente para los historiadores del futuro.

Cuestionado por el historiador Javier Garciadiego sobre la diferencia al escribir las biografías de Fray Servando y del Nobel de Literatura mexicano Octavio Paz en su siglo, Domínguez Michael expuso que el libro sobre Paz lo "tenía escrito en la cabeza", una obra que le mereció críticas por haberla escrito "a la carrera y sobre las rodillas" para que estuviera lista para el centenario del nacimiento del poeta en 2014 y de "ahí sus defectos".

"En cambio Fray Servando fue producto de una lenta maduración, digamos que Fray Servando fue un amor de juventud y Octavio Paz una obligación de madurez", explicó Domínguez Michael quien fue parte del consejo de redacción de la revista Vuelta.

Contó que su primer contacto con Fray Servando fue a través de la novela de Reinaldo Arenas El mundo alucinante y tuvo la oportunidad de conversar con el escritor cubano, quien le dijo que José Lezama Lima lo envió a la biblioteca de La Habana donde solo encontró el segundo tomo de la edición de Porrúa de sus memorias y jamás encontró el primero, y a partir de ese material escribió la novela. Un personaje que, según Domínguez Michael, convirtió su vida "en una narración picaresca".

Garciadiego, quien lo acompañó en la presentación, ponderó el libro como una "biografía ambiciosa que no deja argumento sin hilar", documentada y muy bien escrita. "Una biografía que no es un pícaro, bien balanceada que señala los defectos del personaje, vanidoso, soberbio, mitómano, un pícaro en el sentido en que de repente era mantenido por otros políticos, usurpador de puestos y ladrón de libros", estableció Garciadiego.

Domínguez Michael confesó que aborrece el género de la biografía novelada o la novela histórica "excepto cuando es muy buena". Con este libro, añadió, de alguna manera hizo "los estudios universitarios que no pudo culminar" y pretendió hacer un libro "si no académico, al menos profesional".

"Yo juro ante todos ustedes que no hay absolutamente nada que yo haya inventado porque la vida de Fray Servando es tan rica que no necesito inventar nada", sostuvo.

Fray Servando es un personaje que carece de la historiografía que merecería, una apreciación compartida por Domínguez Michael y Garciadiego en la sesión.