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Enfermeros, el lado humano de la pandemia

Pese a no estar preparados, enfrentan al covid.
Foto(s): Cortesía
Lorena Jiménez Salomón

TUXTEPEC, Oax.- En unos días se conmemorará el Día nacional de la enfermera y el enfermero en México, personal de salud que forma parte de la primera línea frente al covid y de los cuáles poco se habla en esta noble labor.

La pandemia por covid tomó desprevenidos a países enteros, en México el sistema de salud ya colapsado hizo hasta donde pudo, dejando en evidencia las carencias en centros, clínicas y hospitales, tanto en infraestructura como equipamiento. Mientras el recurso humano se adaptaba a una nueva enfermedad que cobró miles de vidas.

La selección

De acuerdo con los lineamientos, las instituciones de salud dieron salida a su personal que formaba parte del grupo considerado de riesgo, aquellos en edad avanzada, con enfermedades crónicas degenerativas, lo que redujo la cantidad de personal en funciones.

En el caso de los servicios de salud, el 70 por ciento de su personal de enfermería estuvo bajo resguardo. 

En el caso de hospitales como el Instituto Mexicano del Seguro Social en Tuxtepec, menos del 5 por ciento de sus enfermeros se fueron a confinamiento,  debido a que su personal de enfermería está conformado en un 85 por ciento por jóvenes, con antigüedad de 5 a 8 años, lo que les marcó un riesgo de contagio bajo. 

Primera línea

Gustavo, es uno de los cientos de enfermeros que labora en uno de los tres hospitales de Tuxtepec que contaron con un área covid, quien resume su experiencia ante la pandemia con una sola palabra: frustrante.

Egresado hace seis años de la carrera de enfermería, Gustavo entró a trabajar al área covid en mayo del 2020, un área completamente nueva, con protocolos y medidas para los cuáles nadie estaba preparado, sobre todo mental y emocionalmente. 

Para muchos, el personal de enfermería es el lado humano de la salud, esa persona que tiene mayor contacto con los pacientes y que incluso llega a formar un vínculo. 

Mientras los hospitales se adaptaban al joven enfermero le tocó vivir jornadas de 12. “La primera noche me sentí muy mal, tenía ganas de ir al baño, de tomar agua, tenía hambre y no podíamos salir del área”.

En un principio la institución no contaba con todos los recursos necesarios, incluido el equipo de protección, por lo que las jornadas debían  ser extensas. Una vez que el equipo llegó a la unidad, se lograron crear jornadas de seis, ocho y cuatro horas.

“Conforme pasaba el tiempo el recurso nuevamente fue escaseando y las jornadas se hicieron más largas”, de 12 horas en el turno nocturno con una hora de descanso y de ocho horas en el turno de la mañana.

El golpe emocional

El covid no solo tomó desprevenidos a las instituciones de salud en materia de equipo, sino a gran parte del personal médico, quienes nunca imaginaron la serie de emociones que se generarían  al estar en contacto con enfermos covid, de los cuales, la gran mayoría no se salvaría. 

“Ver a los pacientes, cómo llegaban, alcanzar una desesperación por la necesidad de más oxígeno a pesar de contar con el equipo al máximo ellos sentían que se ahogaban y era frustrante verlos, no poder hacer más”, recuerda Gustavo.

El permanecer dentro del área covid causó estragos en las emociones del enfermero, quien reconoce que llegó a punto de sentir mucho estrés y ansiedad.  “Estar ahí, escucharlos pedirte ayuda y no poder hacer más”.

Gustavo, fue uno de los enfermeros que tras concluir su jornada, llegaba a su casa y derramar lágrimas de desesperación, de estrés, de ansiedad.

Hoy, observa con más calma la situación que se vive. Confía y pide que no se vuelvan a incrementar los contagios, para poco a poco regresar a la normalidad.