TUXTEPEC, Oax.- Fieles Católicos celebraron el inicio de la semana mayor con el domingo de Ramos, con una nutrida asistencia el obispo hizo un llamado a los presentes a reflexionar y abrir su corazón a Jesús.
La celebración de este domingo de Ramos inició con la procesión y bendición de Ramos que partió de la ermita en la colonia Santa Clara con dirección a la iglesia Catedral, a pesar del intenso sol, los feligreses caminaron con sus cruces de palma y trigo en mano.
La procesión encabezada por el obispo llevaba a un niño montado en un burrito, recordando la entrada de Jesús a Jerusalén, donde sería crucificado como un acto de amor hacia la humanidad.
José Alberto González Juárez, obispo de la Diócesis de Tuxtepec, llamó a los fieles que se congregaron a vivir está semana santa de manera espiritual.
"Desde nuestras situaciones personales, de nuestra situación social y de lo muy propio de este año que vivimos, nos integramos a este acontecimiento".
El obispo aclaró que la profesión previo a la celebración de la santa misa no es un acto de escenificación, sino de integración a la fe, destacó que son acontecimientos que no se viven de manera exterior, sino desde adentro, desde el corazón, por lo que no se trata solo de una fiesta.
"Es una muestra de nuestra alegría de recibir a Cristo Rey Pacifico, un rey que no impone su poder a fuerza, sino con el tiro suave del amor", expresó.
Pidió participar con fe y devoción en estos eventos.
Los fieles creyentes abarrotaron la Catedral, quienes entraron con sus palmas en alto esperando ser bendecidas.
A los alrededores de la iglesia, se encontraban decenas de comerciantes foráneos, algunos provenientes de Orizaba o pueblos cercanos quienes hasta la última misa programada para este domingo, se quedaron a la espera de vender sus palmas en forma de cruces.
