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Tuxtepec continúa dando paso a migrantes pese a pandemia

Hombre y niño migrante
Foto(s): Cortesía
Lorena Jiménez Salomón

Como muchos migrantes,  Francisco y su familia avanza por nuestra tierra  con temor hacia el norte, donde espera encontrar un trabajo que le dé la posibilidad de una mejor vida, el viaje no lo hace solo, en este camino lo acompañan su esposa y su pequeño hijo.

Francisco Romero es  originario de Comayagua , Honduras. Camina por las calles de Tuxtepec acompañado de su hijo, Ángel quien apenas tiene siete años, ambos realizan flores con hoja de palma que encontraron a orilla de carretera y que ofrecen a las personas a cambio de unas monedas. 

“Yo voy para Reynosa, venimos ahorita de Coatza, venimos pasando Acayucan, pasamos por migraciones, a veces nos vamos para el monte a veces venimos en las guaguas (camiones)”.

Como muchos salió de su país debido a la falta de empleo; en su ciudad se dedicaba a resanar paredes, realizaba trabajos de albañilería y cuando este se terminó comenzó a hacer de todo, una vez que ya no encontró donde trabajar comenzó a vender sus flores, pero la crisis del país lo orilló a salir de su casa con toda su familia a cuestas. 

La Bestia, los dejó en Santa Cruz junto con otro grupo de migrantes, ahí se mantienen acampando mientras él y su hijo buscan en las ciudades cercanas cómo vender flores para reunir un poco de dinero que les permita comprar algo de comer mientras logran volver a montar a la Bestia. 

Para Francisco el riesgo es doble, debido a que llevar al niño dificulta más moverse y subir al tres, sin embargo la esperanza de llegar al norte y encontrar trabajo en una de las maquiladoras es lo que los mantiene en el camino. “Cuando la Bestia sale, no todos logran subir, muchos se quedan”.

“Primeramente Dios nos encontrará gente en el camino que nos ayude, que nos brinde un taco, un trabajo porque sabemos desempeñar muchas cosas”. 

Hasta ahora dijo que han corrido con suerte, ya que el mayor peligro que han enfrentado es el riesgo de ser deportados por migración. 

Francisco continúa su camino de la mano de Ángel, espera no quedarse mucho tiempo en la zona y poder llegar a su destino.