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Sala Elías Meléndez un reconocimiento al Son y al fandango

En la sala se puede disfrutar la música del sotavento y conocer más de la historia.
Foto(s): Alberto Castañeda
Karla Arrazola

TUXTEPEC, Oax. – El museo regional Casa Verde en la planta alta recién inaugurada destinó una de las salas a Elías Meléndez, el hombre considerado como uno de los tesoros más importantes en la región, como parte de un reconocimiento al son y fandango.

El espacio recrea una escena de la cotidianidad sotaventina en la que resalta la música de uno de los más grandes jaraneros de la Cuenca del Papaloapan, que nació en la comunidad de Miguel López, municipio de Playa Vicente, Veracruz, el 20 de julio de 1922, pero que se avecindó en Tuxtepec hasta su muerte en el 2017 a la edad de 95 años. 

La sala Elías Meléndez muestra la fonoteca, que es un espacio que resguarda los registros sonoros del sotavento oaxaqueño y el territorio cultural compartido con Veracruz y Tabasco.  De manera auditiva los visitantes pueden disfrutar de las voces, acordes, pregones y cantos cuenqueños.

En el lugar se comparten elementos relacionados con el sotavento, fotografías del jaranero con versadores y grupos con los que contribuyó. Elías Meléndez se integró al grupo Los Parientes con quienes grabó su primer álbum en 1989. En la década de 1990, en Tuxtepec impulsó el festival “Que viva y reviva el son”.

Maestro de grupos como “Butaquito”, “Alebrijes” y “Soneros del Papaloapan”, participó en la grabación de ocho discos y en el largometraje “Los soneros del Tesechoacán”, en el 2007 y el testimonial “El Eslabón, Elías Meléndez el viejo, el nuevo son”, datos que se comparten en la sala que lleva su nombre.

Elías, músico tradicional y tesoro de la región 

Sakyamuni Chavarro Russell, director de la Tallera Colectiva, comentó que es trascendental que se generó en el museo un espacio a uno de los tesoros más importantes de la región, Elías Meléndez uno de los músicos tradicionales más reconocidos no solo en el sotavento sino en el extranjero.

Detalló que el jaranero estuvo con ellos los últimos años de su vida a la edad de 94 años y para ellos es importante que se reconozca al hombre, porque es un reconocimiento al son y al fandango.

Detalló que en la sala hay elementos que se le asocian a la cultura, se crearon los espacios y recientemente se instituyó el premio y medalla Elías Meléndez, que reafirma el reconocimiento a su legado musical.

Una tarde con Elías

Sentado, con jarana en mano, portando el sombrero de cuatro pedradas en el salón, en aquel entonces el aula donde enseñaba son en casa de la cultura, estaba Elías Meléndez esperando recibir a sus alumnos para compartir un poco del sotavento.

Sus largos dedos tocando las cuerdas de la jarana reflejaban el porte sotaventino con la camisa blanca, pantalón de tela color café, que es la última imagen guardada en mi mente años antes de su partida.

Elías Meléndez oriundo de Playa Vicente, Veracruz, en sus facciones reflejaba la herencia de los sotaventinos, pese a sus años aún tenía la mente lúcida para enseñar, con sus pausas y recuerdos que iban y venían desde que era un niño hasta su adultez.

El museo regional Casa Verde en la segunda planta que recién inauguró hace un homenaje al hombre de la jarana y al sotavento, uno de los máximos expositores, tuxtepecano de corazón con raíces veracruzanas.

La sala lleva a un viaje al pasado, al compás del son muestra la cotidianidad del hombre que se expresaba a través de la música y que vivió para ella. La música puede ser apreciada por los visitantes mientras conocen parte de la historia a través de fotografías, discos, reconocimientos, el último póstumo tras designar el ayuntamiento el premio Elías Meléndez en el marco de las fiestas de la ciudad.

Ver la fotografía en el centro de la pequeña sala recreada trae a mi mente aquella imagen del hombre sureño sentado con su jarana en el lugar donde impartía clases, ameno, gentil, un tesoro por su facilidad de tocar el instrumento.

Para los fandangueros tener un espacio dedicado al mentor de muchos es un reconocimiento al son, como expresó Chavarro Russell y al esfuerzo de muchas músicos y agrupaciones que han surgido con los años y que mantienen vivo el son en Tuxtepec y la región del sotavento.