TUXTEPEC, Oax.- Fieles católicos del municipio acudieron a sus parroquias a recibir la cruz de ceniza en su frente, quienes fueron llamados a la oración, el ayuno y a recibir a Dios en su corazón y en sus vidas; con el miércoles de ceniza inicia la cuaresma y el camino a la reflexión.
Desde muy temprano comenzaron a llegar los fieles a la iglesia Catedral, donde participaron de las celebraciones eucarísticas, para después tomar ceniza, preparándose para la cuaresma que inicia a partir de este miércoles.
José Alberto González Juárez, obispo de la Diócesis de Tuxtepec, destacó que estas fechas son una oportunidad para recuperar la centralidad de Dios, nuestro amor. Por eso es que se nos invita al ayuno, oración, actos de piedad, hacer pequeños sacrificios con la intención de recuperar la fortaleza de nuestro corazón.
“La fé acompaña la vida, no es algo ajeno a la vida, el trabajo, el sufrimiento; la fé es como la levadura es al pan, así tiene que ser la fé. A veces la vida corre solita, el trabajo, las preocupación, las dificultades y a veces sentimos que la fé está muy lejana”.
Recordó que el Miércoles de ceniza y Viernes Santo son días de ayuno.
Durante la mañana hicieron una celebración en el hospital, con la intención de acercarse a los enfermos y sus familiares, con la finalidad de que no se sientan ajenos.
“Ellos desde su condición de salud necesitan mucha fortaleza. El mensaje para ellos es que el señor les acompañe porque están viviendo en carne propia el misterio que nosotros celebramos a través de signos, ellos lo viven en carne propia”.
El Obispo, compartió que durante las visitas pastorales que ha realizado se logró acercar a muchas parroquias, es un signo de cercanía de Dios a través del obispo. Con su presencia y palabra se acerca a la comunidad, el ánimo de la visita es dialogar y platicar de cerca.
Buscarán salir a los comercios, acercarse a lugares públicos, visitar a los enfermos. “Ha sido un acontecimiento de mucha alegría, estas visitas son vitales para mí, la pandemia nos encerró y hoy hay la oportunidad de ir a las comunidades, en todos los lugares encuentro signos de alegrías, de recibimiento, también dificultades y la necesidad de seguir trabajando”.
