OAXACA, Oax.- El arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos llamó ayer a las autoridades y a la sociedad a auxiliar a los cientos de migrantes centroamericanos, sudamericanos y africanos en tránsito en esta ciudad, para que puedan atender sus necesidades básicas, especialmente de alimentación.
“Hemos perdido la compasión, nuestra ciudad está llena de migrantes, no les tendemos la mano, no volteamos a verlos, no hacemos nada”, aseveró.
En la homilía de la misa dominical, oficiada en la Catedral de Nuestra Señora de La Asunción, el pastor religioso sostuvo que la Iglesia Católica oaxaqueña cuenta con un espacio –el Centro de Orientación al Migrante (Comi)–, pero resulta limitado e insuficiente para atender este fenómeno migratorio.
“Entra un grupo de personas y se les atiende, pero no podemos atenderlos todos los días a los mismos. Se les dice aquí pueden estar nada más dos tres días y a caminar. Después, llegan otros, otros y otros”, asentó.
Expuso que la gran mayoría de migrantes se encuentran dispersos por diferentes calles y cruceros de avenidas de la ciudad, donde piden ayuda especialmente para su alimentación.
“Andan por las calles, están tirados por ahí en las esquinas, nos piden ayuda y a veces no los miramos”, añadió.
Por eso, convocó a las autoridades que cuentan con recursos financieros, así como a la sociedad, a hacer algo por los migrantes, sobre todo, porque a veces no tienen para comer.
“Invito a mis hermanos que son autoridad de nuestra ciudad y los municipios que están conurbados a hacer algo entre todos. Ojalá piensen qué hacer por nuestros hermanos migrantes”, anotó.
Subrayó que muchos oaxaqueños tienen un familiar migrante en los Estados Unidos o en entidades del norte del país, porque se fueron a buscar un trabajo para tener un mejor nivel de vida.
“Queremos que nuestros migrantes sean tratados bien, pues estos migrantes que vienen de otros países, tienen que ser tratados bien por nosotros para que nuestros migrantes sean tratados bien”, agregó.
Salen mujeres con miedo a las calles
Además, lamentó que muchas mujeres oaxaqueñas salen a las calles con temor, porque los hombres no han aprendido a mirar la belleza de Dios en sus rostros.
“No hemos aprendido. Y se nos hace fácil decirles tantas cosas, avergonzarlas por las banquetas de nuestras calles o viéndolas no con una mirada de amor, sino con otra clase de miradas”, afirmó.
Destacó que los hombres han llenado de miedo a las mujeres, porque se han comportado muy mal con ellas.
“Qué triste que se nos olvide que una mujer es nuestra madre, una mujer nos dio la vida. Y esa mujer que va en la calle, tal vez es una madre que merece todo nuestro respeto”, apuntó.
Resaltó que los hombres reclaman respeto para su madre, su esposa, su hermana o su hija, pero no ofrecen ese mismo respeto en la calle.
“Cuando tenemos que dar ese respeto ya no vemos a la madre, a la esposa, a la hija o a la hermana. Y le decimos tantas cosas que las hacen sentir mal, mucha vergüenza y mucho miedo”, refirió.
De esta manera, Vázquez Villalobos pidió a los creyentes a tratar y a mirar con respeto a las mujeres, sobre todo, por vivir en un tiempo de inseguridad.
“A veces nosotros provocamos que las personas se sientan inseguras al caminar por la calle. Es triste y preocupante. Por eso, tenemos que formarnos para hacer personas de respeto, que confían en Dios y que ponen esa confianza en él, para que nadie nos tenga miedo
