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Lamenta Iglesia desaparición de personas

Pedir al resucitado que proteja a personas desaparecidas, señaló arzobispo Pedro Vázquez Villalobos.
Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

OAXACA, OAX.- El arzobispo Pedro Vázquez Villalobos lamentó ayer que muchas familias oaxaqueñas están buscando a sus seres queridos desaparecidos desde hace varios años.

 “Al leer el Evangelio, sobre que el sepulcro de Jesús estaba vacío, vino a mi mente el pensamiento de tantas madres y tantos padres de familia, que buscan a sus seres queridos, pero no en las tumbas, no en los sepulcros, los buscan en otros espacios, porque se los llevaron, los levantaron”, afirmó.

Expuso que las familias oaxaqueñas tienen años buscando a sus seres queridos, hasta en las fosas donde hay restos humanos, esperando encontrar a los suyos.

“Cuánto sufrimiento, cuánto dolor. Los padres quieren saber dónde quedó su hijo, qué hicieron con su hijo. Probablemente usted ha tenido ese dolor y ese sufrimiento, porque alguien cercano, un pariente suyo se lo han llevado y no sabe dónde está”, añadió.

Incluso, observó que él tiene familiares cercanos desaparecidos, de quienes se desconoce totalmente su paradero.

“No se sabe qué pasó con ellos. Hay mucho dolor y se vive con la esperanza de encontrar, de tener una noticia, de saber algo, pero pasan los meses y los años y no se sabe nada… cuánto dolor”, asentó.

Destacó que las familias oaxaqueñas quieren darles cristiana sepultura a sus seres queridos, pero desafortunadamente no tienen sus restos.

“La tumba está vacía, las fosas comunes están llenas de huesos, dolor, tristeza, pero ellos resucitarán. Yo quiero que usted siga trabajando para resucitar para la vida, no vaya a resucitar para la eterna condenación, porque el cielo es para usted, el infierno es para el diablo y sus ángeles, pero no para usted, para usted es el cielo”, aseveró.

Por eso, exhortó a los creyentes a pedir a Dios por tantas personas desaparecidas y para que cambie los corazones de los que los han endurecido y así puedan tener un corazón de carne que sienta y que ya no levante la mano en contra su hermano.

“Todo eso hay que pedírselo al resucitado en esta gran Fiesta de la Resurrección. Dios los proteja a todos, donde quiera que anden y siempre dedíquese a hacer el bien, porque el resucitado es lo que quiere, que usted haga el bien para que, al final de la vida, lo resucite para la vida y viva en la eternidad con él”, anotó.