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Laboran en condiciones críticas miles de oaxaqueños

 Oaxaca está dentro de las diez entidades en donde quienes laboran enfrentan mayores condiciones críticas de empleo.
Foto(s): Cortesía
Citlali López Velázquez

OAXACA, Oax.- En Oaxaca miles de mujeres y hombres laboran en condiciones críticas. Al menos el 35.2 por ciento tiene largas jornadas con bajos ingresos o pocas horas a la semana por cuestiones de mercado.

En el ranking nacional, Oaxaca está dentro de las diez entidades en donde quienes laboran enfrentan mayores condiciones críticas de empleo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) correspondientes al primer trimestre de 2023.

En esta lista Chiapas tuvo la tasa más alta de condiciones críticas de ocupación (50.2 %). Siguieron Tlaxcala (46.7 %), estado de México (40.8 %), Puebla (40.5 %), Campeche (40.2 %), Tamaulipas (38.9 %), Veracruz de Ignacio de la Llave (38.7 %), Tabasco (37.9 %), Guerrero (36.7 %) y Oaxaca (35.2 %).

La tasa de Condiciones Críticas de Ocupación se refiere al porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas a la semana ganando hasta dos salarios mínimos.

Aunque después de la pandemia se ha notado una importante recuperación del empleo, éstos no han sido de calidad ni acorde a las necesidades de la población.

El análisis “El panorama de las vacantes y la población disponible en México” realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), señala que el 75 por ciento de las empresas encuestadas en el país consideró que su reto principal en materia laboral radica en la insuficiencia de personal.

El análisis concluye que el problema de escasez laboral enfrentado por algunas empresas en el país no necesariamente refleja una insuficiencia de personas en edad de trabajar, sino que se debe a otras condiciones que inhiben la entrada de la población al mercado laboral.

Indicadores como el nivel de salarios, el rezago educativo, la flexibilidad o el acceso a apoyos para el cuidado infantil, inciden de manera importante en que la población no se enrole en una actividad laboral, señala el análisis.

Dentro de la población desocupada, quienes renunciaron a su empleo anterior señalaron dentro de sus razones el deseo de recibir una remuneración mayor, así como un deterioro en las condiciones de trabajo.

La mayor parte de la población que no participa en el mercado laboral está compuesta de mujeres que destinan su tiempo a quehaceres domésticos y consideran que las posibilidades de encontrar un empleo son bajas.