SAN FELIPE USILA, OAXACA.- Como parte de la tradición chinanteca entre la familia católica, a partir de este 16 de diciembre, iniciaron las posadas peregrinas navideñas y que culmina hasta el 24 de diciembre con el nacimiento del niño Dios con el mayordomo principal de la festividad decembrina para honrar a José y María en memoria del creador del universo.
En el marco de esta celebración, con anticipación la parroquia de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, someten a consideración de los feligreses que voluntariamente deseen participar en la mayordomía de las posadas navideñas para recibir en sus casas del 16 al 24 de diciembre a José y María.
En el presente año, los mayordomos para las posadas navideñas se destacaron la participación de la familia Quijano Mendoza como la primera posada y este 17 de diciembre le corresponde a la familia Vicente Palacios de la Colonia Aeropuerto y el 18 de diciembre a Zenaida Isidro Agustín de Barrio Chico y el 19 de diciembre a María Ángela Pedro Mariano de la colonia San Jacinto.
En la quinta posada navideña corresponde a Emilio Sabino Cristobal de la Colonia Buena Vista, luego Jorge Marcelino García en la Colonia San Jacinto, séptima posada con Porfirio Agustín Gómez en Barrio Grande y en la octava posada con Ramón Marín García en la Colonia San Jacinto y finalmente el nacimiento del niño Dios en casa de Gabino Marcelino García.
En el marco de las posadas navideñas entre la familia chinanteca, en el transcurso del día, los mayordomos ofrecen a los invitados y feligreses un pequeño refrigerio para la convivencia cristiana ya sea con la gastronomía tradicional del caldo de res con guía de chayote, azadura, o el típico atole con popo y pan que comparten entre la multitud que se congregan.
Luego por la noche después de la procesión de la peregrinación de José y María en el domicilio del primer mayordomo, lo llevan al domicilio del resto de los mayordomos mediante los cánticos y ceremonia religiosa de gratitud al creador y así sucesivamente hasta culminar las posadas con el nacimiento del niño Dios.
Las posadas navideñas entre la población católica chinanteca representa un espacio de recordar la vida de José, María y de Jesús, además de manifestar la fé y hermandad con el creador del universo, aunque también es un momento de reflexión y valoración de la vida misma para fortalecer la parte espiritual y depositar siempre la esperanza y confianza en Dios.
