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Día de las Madres

Feliz día de las madres, a todas ellas y sin pecado concebido, el mayor homenaje hoy y siempre a toda mujer de la vida.
Foto(s): Cortesía
Lorena Jiménez Salomón

Cronista:  Antonio Ávila-Galán

La fuente inmaculada de energía, la sabiduría universal, la proveedora de ternura, carne aguantadora, luz sin sombra, inspiradora de amor, cancionera, romántica, imperecedera de buena voluntad, esa es la mujer echa materna, la que gracias a ella el mundo se genera a través de un engranaje vital incomparable, que a veces se pierde a contracorriente porque el hijo pródigo se vuelve a descarriar y hace de las suyas, hijo pródigo que es el hombre; y la mujer; madre de la naturaleza que todo lo perdona; lo hace rey, lo hace poderoso, lo hace intocable, lo hace presidente, lo hace diputado, y lo hace cruz de olvido, lo hace a involuntad de no reprocharle que de ella emergió, de esa fuente inagotable que todo lo puede y lo destina a ser comunión y salvedad de lo que no se quiere ser.

Es la mujer aún sin hijos, la sabedora inmaculada del secreto del cosmos, ¿ á caso Dios no necesitó a Eva para instaurar el pecado, porque Adán solitario en el edén, era un pobre diablo, que nada más se rascaba la cabeza y algo más, sin saber qué hacer con tanta riqueza a su alrededor?

La mujer no fue un símbolo, desde el principio fue ella la que guió al mundo, cuando supo guiar a Adán al pecado para comer el fruto prohibido, fruto que hoy en día ha sumido al mundo en un solo desorden y esto ha traído sus consecuencias.

Es la mujer-madre, la mujer que es la que lleva la carga del mundo a cuesta, sin chistar siquiera por tan incomodo regocijo, porque ella todo lo salva, y aunque Dios, le hecha la culpa del pecado, ¿acaso no peca primero el que pecó luciendo el primer pecado? Hasta bíblicamente la mujer es la pecadora primera del mundo para que el hombre se regocije en salir libre de polvo y piedra. ¿Acaso la mujer como ahora desde los tiempos inmemorables no ha sido mercancía de carne, no

ha sido prostítuida desde las incipientes tribus, hasta los grandes palacios, hasta los profetas bíblicos y los mercaderes en los insanos salvajismos del hombre? Y hoy, puritanamente la sociedad mercader, las condena y también las usa para sus fines múltiples, donde ella generadora de la vida y el mundo nada dice y se llena del placer aún así prostítuida y vejada.

Díez de mayo día de las madres, también a la mujer se le da su día, como si fuera un testigo más de la carrera mercantil del hombre, sociedad de consumo abierta al pecador abismo de la desigualdad social, también la mujer tiene su fecha de festejo, la mujer que es parida a través del hombre que la condena y hace suya, porque es de él y nada más de él desde bíblicamente hablando, hasta la condena total actual, no es la compañera del hombre como se atestigua en las santas escrituras, es su servidora, es su ama de casa, ha sido su confidente, su enfermera, su esposa, su amante, su paradigma de ocio. Eso ha sido la mujer para el insipiente hombre; dinosaurio-león de las cavernas del mundo. Y por eso la sociedad con el hombre en la punta de la lanza, se instaura el diez de mayo, como una fecha conmemorativa en México, el santo día, del día de las madres, por eso de las conciencias; “de darle algo a quien nos ha dado todo”.

La mujer, depósito de ternura universal, depósito de aguantar dolor de concepción, depósito de todos los males del hombre, de su animalesca y ruidosa lucha por el poder sobre su progenitora, no se le debe adjudicar un día de festejo, un día especial para celebrarle su proeza, debe ser todos y cada uno de los benditos días del año, no debe ser objeto la mujer de uso y costumbre de una de las mayores estrategias de mercadotecnia del año, regalos en oferta, lavadoras, estufas, planchas, objetos para la cocina, y todo para que la madre sufridora siga sufriendo, y mientras, que el regalo es envuelto y llevado a casa, el hombre en la cantina, en reunión con sus homólogos de odioso paradigma; celebran el triunfo de ser el rey de la selva de concreto.

Día de las madres, de la mujer ternura, de la mujer madre de los males, de la madre Úrsula, madre María, madre Teresa, madre Elena, madre sin pecado concebido. En el día de las madres se lleva a cabo la venta ostentosa de todos los pecados hechos por el hombre para tener contenta a la mujer, porque la mujer, cómprala y compárala como si fuera una reina, la mujer se enamora con el oído y el hombre con la vista, de la vista nace el amor y por el oído se pierde la virginidad del alma, no hay de otra, ese es nuestro mundo actual y sin pecado, sin más fornicaciones de la voluntad, hay que aceptarlo.

Feliz día de las madres, a todas ellas y sin pecado concebido, el mayor homenaje hoy y siempre a toda mujer de la vida.