Quizá el día Samaritana en Oaxaca es una de las tradiciones más esperadas para los habitantes de la Verde Antequera. Esta se celebra durante el cuarto viernes de cuaresma y es la oportunidad para que los visitantes disfruten del sabor de las aguas representativas del estado. Desde una rica agua de limón rallado, de horchata, chilacayota, maíz, tuna, zapote negro, tamarindo, además de tejate, nieves de leche quemada y dulces regionales.
Las calles se colorean para adornarse con grandes ollas de barro y arcos decorados con flores de buganvilia, palmas, tiras de papel de china y pendones de tela en colores blanco y morado; quienes recorren el Andador Turístico, el Paseo Juárez “El Llano”, el Templo de la Preciosa Sangre de Cristo o los barrios de la Merced, Xochimilco y Jalatlaco, por decir algunos puntos, podrán probar la exquisitez de los sabores de bebidas elaboradas con el fin de compartir y convidar.
La referencia de esta tradición recuerda al pasaje bíblico que se remonta a la vida de Jesús cuando la samaritana, junto al pozo de Jacob en la ciudad de Siquem, le da el agua que le pide.
En palabras del cronista de la ciudad de Oaxaca, Jorge Bueno,: “La tradición llegó a Oaxaca por los evangelizadores en el siglo 16, época en la que se empieza a repartir aguas en los templos; las mujeres de los barrios y las chinas oaxaqueñas fungían como madrinas y con grandes ollas repartían bebidas de horchata, limón y chilacayota”.
Sí, Oaxaca preserva la costumbre y hoy se celebra en portones de las casas, escuelas, mercados, comercios y oficinas públicas y privadas en donde se ofrecen aguas a los visitantes y turistas que se integran con regocijo a esta fiesta muy de Oaxaca.
Este festejo también destaca por los colores y belleza de los trajes típicos de Valles Centrales, Cañada, Costa, Cuenca del Papaloapan, Istmo de Tehuantepec, Mixteca, Papaloapan, Sierra Sur y Sierra Norte que portan mujeres y cocineras tradicionales que ofrecen las aguas en las calles y espacios públicos y privados de este destino.
