TUXTEPEC, Oax.- Historias que han pasado de generación en generación, leyendas que nuestros antepasados relatan como si hubiera sido ayer y que se encuentran atesoradas por las comunidades de la Cuenca, de eso se trata el trabajo del muralista y artista, Marco Antonio Mil Mina.
Rodeado de la cultura mazateca, Mil Mina se convirtió en un amante de los pueblos que lo rodean. Actualmente tiene como proyecto completar una serie de leyendas de diferentes municipios, propuestas que presenta a particulares, así como a municipios que confiaron en su trabajo.
El muralista inició a pintar desde niño, donde ganó un concurso de dibujo en la primaria, sin embargo en su adolescencia no le dio continuidad, retomando esta actividad a los 25 años de edad, de la mano de su maestro de oficio, Ramiro Castañeda.
Creador de diferentes murales en la región de la Cuenca, en municipios como Jalapa de Díaz, San Miguel Soyaltepec, San Pedro Ixcatlán. Hijo de una mujer mazateca y un padre originario de San Andrés Tuxtla.
Recientemente presentó su última obra, la Leyenda de la Doncella de San Miguel Soyaltepec, ahora quiere completar una colección de leyendas y comenzar a promover su trabajo para que este proyecto sea posible.
“Me gusta ir más allá, realizar un trabajo de campo, me traslado a la comunidad, busco el sentido cultural, aprender de las leyendas y los trazos van fluyendo”.
Cada uno de sus murales reflejan la fuerza de los colores que se utilizan en los huipiles, en las costumbres, tradiciones como es el día de muertos, altares, la naturaleza, sus animales.
“Siempre trato que mis murales sean cronológicos, un puente desde la leyenda”, para ello se traslada a las comunidades y realiza un trabajo de campo.
Se dijo emocionado, de que poco a poco su trabajo llegue a más personas.
