TUXTEPEC, Oax. - El arte de tejer requiere paciencia y elegir elementos de la naturaleza que permitan a las manos del artesano crear todo aquellos que visualiza, Celestino Sánchez Cruz, conoce del arte de tejer juncos, actividad que realiza desde los diez años y que se convirtió en una forma de generar ingresos.
Originario de San Isidro El Naranjal en San José Chiltepec, Celestino Sánchez tiene 62 años y durante 40 aproximadamente se ha dedicado a tejer juncos para elaborar diferentes productos principalmente canastas.
Naturaleza brinda la materia prima
Desde pequeño se dedica a la artesanía, su madre realizaba esta actividad y aprendió como parte de una tradición, siempre tratando de cuidar el medio ambiente, porque la naturaleza brinda la materia prima que utiliza.
La materia prima se encuentra en el ejido donde radica, señaló cuentan con una vegetación extensa que todavía no es afectada por el hombre, en su caso conservan sus acahuales, conserva las plantas que brindan el sustento familiar.
Canastas de fibra natural
Los productos que elabora Celestino son de fibra natural, se conoce como juncos, para realizar cada canasta tiene que ir a campo para traer una carga de junco, unas diez varas y se forma una carga.
Después tiene que dejar secar la carga una semana y sacar tiras. Posteriormente a los dos días comienzan a tejer una canasta, si es pequeña se pueden llevar solo un día, pero si es más grande requieren más tiempo, aunado a que necesitan una o dos semanas previas mientras reúnen la materia prima.
En su taller hace canastas grandes, todo es sobre pedido porque no se puede echar a perder la materia prima, refirió el artesano que buscan cuidar la naturaleza y si comienzan a elaborar demasiados productos implica que necesitan más materia prima.
Arte que se hereda
Los hijos de Celestino también aprenden el arte de tejer, en la localidad otras personas realizan esta actividad, pero no se dedican totalmente, en su caso se jubiló en el campo y tiene oportunidad de pasar más tiempo tejiendo y eligiendo las tiras.
Cada canasta varía mucho el precio, una pequeña para guardar tortilla puede tener un costo de 80 pesos, si es mediana 120 y hasta mil pesos si es más grande, un metro de altura aproximadamente.
“La actividad es considerada un arte, se requiere mucha paciencia y sino le tienen amor no sale el tejido, porque es mucho el tiempo que se invierte en la elaboración de los productos y de esto depende el precio, por el trabajo que realizan nuestras manos”, acotó.
Si tiene un pedido para una fiesta de cien canastas necesitan hasta tres meses para elaborar los modelos, porque no es un trabajo rápido, sobre todo que se debe manipular la tira para dar la forma que se desea.
Proyectan cursos para enseñar a jóvenes
Celestino tiene la intención de compartir el conocimiento con jóvenes de las comunidades, por lo cual se sumaron a la Casa de Artesanías con quien esperan poder desarrollar un proyecto para dar cursos a la nueva generación y que no se pierda el arte de tejer.
Actualmente solo venden localmente a través de la casa de la artesanía esperan poder organizarse para vender más producto, por el momento solo asisten a ferias cuando los invitan y acuden a otros municipios.
Celestino ya es reconocido como artesano por la actividad que realizan, además elabora chocolate artesanal y aprovecha los elementos que la naturaleza brinda para transformar en productos que además de tener una utilidad son creaciones artísticas.
