Orgullo y gloria del deporte mexicano, Julio César Chávez protagonizó algunos de los momentos más épicos en la historia del boxeo, pero mientras millones gozaban sus hazañas, dos personas en particular sufrían como nadie cada vez que lo veían arriba del cuadrilátero: su padre y madre, a quienes les afectó tanto ver a JC peleando que uno de ellos enfermó de diabetes.
A mi papá le dio diabetes viéndome pelear: Chávez La historia fue contada por la leyenda, quien dijo que la única vez que su padre, Rodolfo Chávez, acudió a una arena para verle con los guantes puestos terminó enfermo de diabetes por el susto que se llevó al verlo tan maltrecho ante Meldrick Taylor, aquella épica pelea que el mexicano ganó por TKO en el último round en marzo de 1990.
"Mi papá nunca fue a verme pelear, solo fue una vez a una de mis peleas y fue la primera contra Meldrick Taylor. Se salió de la arena en el octavo round por la chinga que me estaban pegando y por eso le dio diabetes, de la impresión y el susto de verme así", contó el César del Boxeo en charla con Yordi Rosado.
La madre del Gran Campeón Mexicano, Isabela González, sí viajaba junto a él a los lugares donde peleaba, sin embargo, jamás se metió a las arenas y prefería quedarse en el hotel. Ni siquiera ponía la televisión porque, según el exboxeador, ella sufría demasiado al saber que su hijo podía perder la vida en el cuadrilátero.
"Mi mamá tampoco me vio pelear, la llevé a Las Vegas pero prefería quedarse en el hotel, nunca quiso que yo fuera boxeador", recordó la máxima leyenda del pugilismo mexicano, quien en sus inicios pidió a su progenitora que le permitiera subirse al ring para 10 combates y así darse cuenta si servía o no para ese deporte... Y el resto es historia.
