La exposición “Xolos, compañeros de viaje”, que acoge en estos días el Museo de las Culturas de Oaxaca, recibió dos piezas más. Las dos esculturas que proceden de las colecciones arqueológicas del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (UNAM), posiblemente representan la raza del xoloitzcuintle. Corresponden al estilo Comala, uno de los más famosos del arte cerámico funerario de Occidente, dada su calidad plástica.
Reconocidos como leales acompañantes para el ser humano en el transcurso de su vida, a los perros se les considera custodios y transmisores de fuerza y valor, fieles amigos cotidianos, y compañeros que en incontables ocasiones son respaldo y consuelo con sus amistosas presencias. En honor a ellos se realizó la exposición “Xolos, compañeros de viaje”.
Conformada por 113 piezas prehispánicas, artísticas y artesanales, la exhibición ofrece una cuidadosa selección que tiene como intención invitar a un recorrido cerámico sobre la singular raza de los llamados “perros pelones” mexicanos: los xoloitzcuintles, y sus descendientes.
Los “itzcuintles”, en lengua náhuatl, son los descendientes de una raza de perros originaria de México, que aparece abundantemente referida en las fuentes y documentos de la época, dejando testimonio de que estos perros han sido acompañantes para el ser humano en el transcurso de su vida.
Reúnen seis núcleos temáticos
Los investigadores y especialistas Raúl Valadez Arzúa, María Olvido Moreno Guzmán, Rosa María Sánchez Lara y Eva Ayala Canseco son los curadores de la muestra, que está organizada a través de seis núcleos temáticos. En ellos se aborda la domesticación del perro, su dispersión en el Continente Americano y la presencia de al menos tres razas de origen mexicano: los “xoloitzcuintles”, los “tlalchichis” y los “izcuintles”.
La exposición reúne acervos de figuras cerámicas del acervo de los museos regionales de Colima, de Guadalajara, del Templo Mayor, del Museo Nacional de Antropología, de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, así como de colecciones privadas. Esta exposición es un trabajo original del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones (CNMyE) y ahora, con las dos que acaban de recibir, del Centro Cultural Universitario Tlatelolco (UNAM).
