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¿Comerla o tirarla? Esto es lo que debes hacer con la comida del altar de muertos

Ofrenda de muertos
Foto(s): Cortesía
Lorena Jiménez Salomón

No existe altar de muertos sin comida, pues ésta es una parte importante de la ofrenda que le brindamos a nuestros seres queridos cada vez que vienen del más allá para visitarnos.

Es costumbre preparar o comprar todos los platillos que les gustaba comer en vida, y en muchas ocasiones, después del Día de Muertos, nos preguntamos si podemos probar toda esa deliciosa comida.

Pues bien, no hay una respuesta definitiva ante esta interrogante, pues la celebración de Día de Muertos se realiza de formas muy diversas en todo el país, y cada una de ellas encierra distintas creencias que varían dependiendo del lugar de cada persona. Sin embargo, usualmente podemos encontrar dos tipos de respuestas. 

En primer lugar, es importante recordar que la ofrenda es para los seres queridos que ya no están, y la tradición dice que ellos prueban los alimentos del altar mientras conviven con los vivos.

Por ello, muchas personas consideran que, al día siguiente de haber puesto la ofrenda la comida ya no tiene sabor, y que, considerando que ésta es para los muertos y no para los vivos, es irrespetuoso probarla.

Contrariamente, algunos han notado que hay cosas que se pueden comer después de la celebración, e incluso piensan que los muertos, puesto que son sus seres queridos, no tienen problema en compartir sus alimentos con ellos, por lo cual buscan la forma de conservarlos para comerlos después.

Sin duda, cada una de estas creencias es válida, y lo importante, al final del día, es compartir y recordar a nuestros familiares fallecidos.

No obstante, si lo que deseas es consumir algunos alimentos de tu ofrenda, lo que se recomienda es comer sólo los aquellos que se puedan proteger o conservar en recipientes o envolturas, y evitar comer platillos que hayan quedado expuestos a la intemperie o caduquen fácilmente al no estar refrigerados, como las enchiladas, el mole o los lácteos.