Originario de Jalapa de Díaz, don Eleuterio sale de su comunidad con destino a Tuxtepec, con el único objetivo de vender sus prendas y generar un ingreso económico para su familia.
Don Eleuterio Francisco vive en la comunidad de la Chuparrosa, habla poco el español porque su lengua materna es el mazateco, a pesar de su avanzada edad y la el riesgo que implica caminar por las calles entre una enfermedad donde los más vulnerables son los adultos mayores, viaja al centro de Tuxtepec para intentar vender sus prendas.
Con una mochila vieja en su espalda y cerca de 10 blusas en la mano, camina por las calles intentando vender alguna prenda, en su andar debe escuchar una y otra vez la misma pregunta, ¿cuánto es lo menos?.
"Yo vengo cada 15 días y camino, camino para vender mis blusas pero a veces no se vende, no sale y me regreso con lo del pasaje".
En su viaje carga desde blusas sencillas, hasta más elaboradas, sin embargo cuando logra vender algo son las más económicas, aquellas que su precio no rebasan los 150 pesos y que todavía son regateadas.
Don Eleuterio llega a Tuxtepec a las 8 de la mañana, con una taza de café en el estómago comienza su peregrinar por las calles de Tuxtepec.
"Hoy llevo tres blusas vendidas desde que llegué, ahí ya sale para la comida y el material".
Ante la necesidad de vender debe de rebajar el precio de sus prendas y termina vendiendo una blusa hasta en 100 pesos, de esta forma garantiza regresar a su casa con dinero para la comida.
En la Chuparrosa se encuentra su familia, quienes dividen el día entre el bordado y el trabajo en el campo, un campo que desde hace mucho ya no logra sustentar la economía familiar.
Así como don Eleuterio, hay más hombres y mujeres que salen de sus comunidades y traen a Tuxtepec sus artesanías y textiles con la esperanza de llevar el pan a sus mesas.
